Año de Logros Brillantes
En esta entrada quiero seguir
hilando realidades con los días internacionales, conmemorativos o importantes
que te hacen que seas conscientes de las luchas que llevan realizando desde
colectivos a los que puedes o no pertenecer, días que nos hacen que salgamos de
la vorágine de la cotidianidad y nos fijemos un poquito hacia fuera de nosotros
para disfrutar de momentos con las personas que queremos y que nos quieren.
En la Soka Gakkai Internacional,
de la cual formo parte desde hace tres años, nos movemos en el transcurso de los
años, entre días que son para nosotros significativos y en los que nos fijamos
metas para enfocar nuestras luchas para una victoria absoluta y propia, de una
manera autónoma, crítica y justa y ayudar a otras personas a que consigan el
logro de su victoria y felicidad.
La Soka Gakkai es una
organización que parte de una lucha en la que su primer fundador, Tsunesaburo
Makiguchi, educador japonés, quiere dar dignidad a los niños del Japón los
cuales eran apartados de sus familias y de la educación para ser pequeños
soldados en la Segunda Guerra Mundial. En un primer lugar esta organización se configuró como Soka Kyoiku Gakkai (Lit. Sociedad para la creación de valor) encaminada a una reforma educacional y mantuvo
una clara oposición a la ideología del Estado sintoísta que rendía culto a las
deidades vivientes y promovían la unificación del pensamiento de la sociedad y
hacer que la nación entera tomase parte activa en el conflicto bélico.
Makiguchi junto a su discípulo, Josei
Toda, rescataron las practica de la enseñanza budista postulada por el buda Shakyamuni
en la India y desarrolladas en épocas posteriores por estudiosos de la India
como los bodisatvas Nagarjuna y Vasubandhu; de la China, como los grandes
maestros T’ien-t’ai (Chih-i) y Miao-lo (Chan-jan), y del Japón, como el gran
maestro Dengyo (Saicho) y Nichiren Daishonin. En tal sentido, esta practica mantiene la
tradición y la ortodoxia del humanismo budista iniciado por Shakyamuni, que
afirma el respeto a la vida y a todos los seres humanos.
Por lo tanto, lucharon por la
dignidad de la población más vulnerable de Japón en aquella época, lucha por la
que Tsunesaburo Makiguchi dio la vida, pues fue encarcelado y murió encarcelado.
Josei Toda, su discípulo, también fue apresado y sólo cuando fue liberado
pudo enterarse de la muerte de su maestro. En aquel entonces decide retomar la
Soka Kyoiku Gakkai y transformarla en la Soka Gakkai para llegar, no solo al ámbito
escolar, sino a toda la población. Esta determinación llegó hasta el actual
presidente fundador de la Soka Gakkai, Daisaku Ikeda, el cual decidió hacer
suya la determinación de su maestro de extender esta práctica por todo el mundo
para establecer la paz mundial, o como llamamos nosotros el Kosen Rufu.
Las acciones y actividades que todos
los miembros de la Soka Gakkai realizan desde los 192 países y territorios van encaminadas a
este logro partiendo de la propia revolución humana, la transformación de cada
uno y el apoyo hacia los demás. Este año es para todos los miembros de la Soka
Gakkai el Año de los Logros Brillantes, haciendo posible lo imposible y
conquistando nuestras montañas de picos más altos. Es una práctica que emporeda
al ser humano y la vida en general.
El primer presidente Tsunesaburo
Makiguchi, diseñó una propuesta de educación basada en la creación de valores
que la Soka pone en práctica en sus Universidades. Cuando tuve la oportunidad de
conocer sus iniciativas y sus metodologías quise que en España tuviéramos la
oportunidad de conocer y realizar una educación tan consciente e integradora como esta, y
no hay día que no ardiera tal pensamiento en mi corazón y algo pasó pocos días después
de ponerse en marcha este año.
Estaba en la Biblioteca Central,
era 25 de enero, y tuve el honor de ver en directo en mi ordenador mientras me
preparaba para los exámenes del primer semestre de Primero de Educación Social,
la Investidura de Daisaku Ikeda como doctor honoris causa por la Universidad de
Alcalá. Me entraron ganas de ponerme encima de la mesa y taconear como si fuera
una bailarina de flamenco profesional, pero preferí controlarme y llevar mi
gran alegría por dentro.
En el acto su hijo leyó por
Daisaku un mensaje de agradecimiento, pues él no pudo asistir pues ya cuenta
con 80 años. También, Ana Belén García Valera, Profesora de Psicología
Evolutiva, pronunció LA LAUDATIO (discurso elogio) como madrina de Daisaku
Ikeda durante el acto.
En la revista de pensamiento
budista por la paz, la cultura y la educación de marzo de este año 2018
Civilización Global podemos leer en la página 6 que A.B. García Valera, agradeció al Departamento de Ciencias de la Educación y la Facultad de
Educación de la universidad por haber confiado en ella para destacar “la gran
trayectoria de Daisaku Ikeda, en reconocimiento a su labor a favor de la
construcción de la paz, como filósofo, educador y poeta”. Afirmó que esto
representaba para ella “el mayor honor en mi vida académica”. Y gracias a ella
miles de miembros de España vemos más cerca una revolución educacional basadas
en esta práctica, para todo el mundo, tanto si es practicante como si no.
Quiero reproducir los párrafos
centrales de la intervención de Ana Belén García los cuales he podido extraerlos de la misma revista y de la misma página citada en el párrafo anterior.
“Como maestra, siguiendo el
modelo de Daisaku Ikeda y las instituciones que ha fundado, querría destacar
una idea: en sus palabras, el propósito fundamental de la educación, así como
de la vida, se puede expresar con la palabra “felicidad”. Esa visión fue el
cimiento de la cual Tsunesaburo Makiguchi, maestro de Daisaku Ikeda y padre de
la educación Soka, desarrolló sus ideas pedagógicas. En este contexto, la palabra
felicidad implica un sentido de plenitud que surge de desplegar la propia humanidad;
por ende, no se refiere al logro de una condición superficial carente de
problemas o a la realización de todos los deseos. La filosofía educacional de
Daisaku Ikeda tiene como objetivo el fortalecimiento del potencial humano para que
cada individuo disfrute de una vida auténticamente feliz y creativa. Desde esta
idea, Ikeda nos muestra que “la auténtica felicidad se halla en una vida
creadora de valores” entendiendo la creación de valor como “la capacidad de
hallar sentido a cualquier circunstancia, de mejorar la propia existencia y
contribuir al bienestar de los demás, en cualquier situación”. Según Ikeda, la
formación de las personas y la sociedad dependen de los valores que subyacen en
la ecuación. Así, el vínculo entre la educación y la paz en su obra es vital.
En sus palabras: “la responsabilidad esencial de la educación es forjar en la
mente de los jóvenes el amor por la humanidad y el espíritu del dedicarse al
bien de la gente y de la sociedad”. El desarrollo de una sociedad más
humana depende en gran medida de una orientación humanística en la educación,
que guíen a los estudiantes hacia la riqueza interior de su propia vida y a la
interdependencia con los demás y con el planeta. Por ello, Ikeda considera que la
reforma de la educación es crucial para el logro de la paz.
En el afán de contribuir a la
consolidación de la paz, Ikeda ha fundado instituciones dedicadas a construir
puentes de confianza entre los pueblos del mundo, basado en la convicción de
que los lazos de persona a persona fomentan el respeto a la diversidad y nos
permite comprender que todos pertenecemos al mismo género humano. De este modo,
el ideal de una ciudadanía global está presente en todas las instituciones
fundadas por Daisaku Ikeda. Estas tienen como objetivo fomentar la empatía, el
respeto a la diversidad, el sentido de pertenecientica al género humano y de
responsabilidad hacia la comunidad global.
Para ello, por ejemplo, las
universidades del sistema Soka promueven entre sus alumnos el intercambio
internacional. Para nosotros es un gran honor formar parte de una de estas
universidades, ya que a partir del próximo curso se comenzará el intercambio de
estudiantes ente la Universidad Soka de Japón y la Universidad de Alcalá.
Estos intercambios van más allá
de las aulas, y como en todo el trabajo de Daisaku Ikeda se trata de atender a
la necesidad de estructurar sociedades que prioricen la educación en beneficio
del ser humano, en lugar de fomentar una educación subyugada a estrategias arbitrarias
de la Sociedad”.
![]() |
imagen de la web de la Universidad Soka Japón. http://jsc.soka.ac.jp/en/index.html |
Es increíble para mí ver un
atisbo de este acercamiento hacia este trabajo y esta labor de Daisaku Ikeda. Lo que me
queda ahora es darlo todo para que este acercamiento también surja entre la Universidad
de Extremadura, por más que haya dificultades y puertas cerradas. Extremadura será
tierra de educación para la creación de valores, unida para la paz del mundo.
Llámame loca, llámalo causa
perdida o busca cualquier excusa para no provocar a partir de ti el cambio
necesario, pero el trabajo de un montón de personas diferentes unidas por un mismo propósito conseguirá posible todo lo imposible, y es la acción lo que
provocará el cambio, no las quejas ni las críticas. Cada uno decide. Yo ya lo
hice.
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